El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, día en el que muchos “celebran” los logros de la mujer. Derecho al trabajo, a un salario justo, a una jornada de trabajo razonable y segura, derecho al voto, a la educación y hasta poder utilizar pantalones, son algunos de estos logros. Que difícil es “celebrar” algo que en primera instancia no tenía razón de ser y que aún afirmando que técnicamente, tanto en Puerto Rico como en otros países existen estos “derechos”, podemos estipular sin lugar a dudas que se han quedado en papel porque muchas veces la realidad es otra. Dicho lo anterior y luego de sacármelo del pecho, les tengo la tarea de buscar mujeres célebres. ¡Tranquil@s, no se preocupen! No son las que aparecen en los libros de historia que admiramos y agradecemos, pero personalmente no las conocemos. El 8 de marzo y todos los días vamos a conmemorar a las mujeres célebres de nuestra vida. Madres, abuelas, tías, hermanas y amigas que muchas veces sin saberlo han aportado grandemente en nuestra vida y en la sociedad. Mi madre no es Julia de Burgos, pero sola logró educar y cuidar a tres hijos, crear una empresa desde cero, ayudar a miles de pacientes y a pesar de los mil estigmas sociales, logró salir de una relación de pareja tóxica. Mi abuela no fue Coco Chanel, pero a máquina y aguja crió 5 hij@s. Mi nana no fue Luisa Capetillo, pero gracias a ella que nos cuidaba durante el día, mi mamá pudo trabajar. Mis amigas no tienen título de nobleza, pero cada una con sus historias de vida me ayudan a ser mejor ser humano. Así que alcemos las copas por todas esas mujeres top, top, top de nuestra vida y brindemos por ellas.  Ahh y por supuesto no olvides brindar por ti, celébrate, porque tu historia lejos de ser perfecta o de tener reconocimiento internacional, te hace lo que eres hoy y tu existencia es simplemente PERFECTA.